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Por amor a la cerveza

Dicen que tomar ayuda a matar las penas de amor, claro que veces puede terminar con la vida de uno.

Algo de esto vivió un escocés que, deprimido tras una ruptura sentimental, se tomó 60 pintas de cerveza en cuatro horas.

El pobre hombre, además de la desdicha amorosa tuvo que soportar una resaca de un mes, de acuerdo a lo informado por la publicación médica The Lancet, y reproducido por el diario 20minutos.

“Los médicos del hospital de Glasgow (Escocia) han presenciado la resaca más duradera de la historia, casi un mes de hospitalización, después de que un hombre de 37 años se presentara en las urgencias quejándose de su visión borrosa, y una jaqueca que parecía no tener fin”, expuso el artículo.



Antes de que el desdichado bebedor confiese su “empinada de más”, un oftalmólogo que lo atendió había reconocido en sus ojos las mismas hemorragias que se producen cuando se bebe demasiado.

Además del dolor de cabeza y la acidez sin fin, el estado lo había conducido a una extraña condición catalogada por los galenos escoceses como "cerebral venous sinus thrombosis", una trombosis de las venas cerebrales.









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