Buscado por la desaparición de su novia, la policía llegó hasta el departamento de José Luis Calva Zepeda en la capital mexicana, pero no tuvo que indagar demasiado para saber el paradero de la mujer.
El cuerpo mutilado de Alejandra Galeana, la pareja de 30 años de Calva, estaba oculto en el clóset; una de sus piernas y pedazos de carne de un brazo permanecían en el refrigerador y algunos huesos dentro de una caja de cereal.
Aún más: sobre la estufa, un sartén tenía en su interior pedazos de carne, que presumiblemente comería Calva, un hombre de unos 40 años que ante las autoridades se ha identificado como dramaturgo, poeta y escritor.
La búsqueda de las autoridades dentro del departamento, en una colonia popular de la zona central de la ciudad de México, produjo un elemento más: un borrador de una supuesta novela que Calva escribía y que tenía el título de "Instintos Caníbales".
Calva se encontraba en el departamento cuando la policía llegó la madrugada del lunes, y aunque intentó huir a través de su balcón, fue detenido unos minutos después en la calle, donde permanecía tirado y herido, dijo el jueves a la AP un funcionario de la Procuraduría General de Justicia de la capital no autorizado a ser citado porque las investigaciones continúan.
Sin estar claro aún si saltó del balcón o fue atropellado cuando llegó a la calle, el hombre fue trasladado el mismo lunes a las instalaciones centrales de la Cruz Roja, donde permaneció hasta la tarde del jueves.
El funcionario refirió que fue dado de alta y de inmediato se le traslado a un centro de detención provisional de la Procuraduría.
Un juez concedió esta semana su retención provisional por 30 días.
Como parte de las investigaciones, la Procuraduría encontró que Calva también está vinculado con el asesinato y mutilación de otras dos mujeres: Verónica Consuelo Martínez, de 31 años, que fue asesinada en abril de 2004 y también era su novia, y una prostituta hasta ahora identificada sólo como "La Jarocha" que murió el 9 de abril de 2007.
Los investigadores determinaron similitudes entre las dos mujeres que fueron sus novias: tanto Galeana como Martínez eran prácticamente de la misma edad, madres solteras y trabajaban en farmacias.
La policía inició el rastreo de Calva, luego de que el 5 de octubre se reportó la desaparición de Galeana y la familia informó que mantenía una relación sentimental con el hombre.
El funcionario de la Procuraduría dijo a la AP que peritos aún analizan la carne que estaba en el sartén para determinar si es humana y corresponde a Galeana.
Refirió que en unas declaraciones iniciales ante investigadores, Calva dijo haber puesto a hervir carne de su novia, pero no que la hubiera comido.
El departamento en el que vivía Calva, en el último piso de un edificio de cinco niveles, permanecía el jueves con sellos en papel de la Procuraduría que indican la investigación de un "homicidio doloso".
Fermín Cruz, un vendedor de 41 años que llegó a vivir con su esposa y dos hijas en el mismo edificio hace cuatro meses, dijo a la AP que había visto a Calva ocasionalmente y prácticamente nunca intercambiaron palabras.
"Parecía malgeniudo a veces; una vez me azotó la puerta (de la entrada), pero no me molesté", relató. Lo describió como un hombre que vestía bien. Fue el único vecino que estuvo dispuesto a comentar el caso.
Julio César Montoro, de 37 años, atiende la pizzería "Ricchi", a unos metros de la entrada principal del edificio, y contó que algunos días veía a Calva, con quien sólo intercambiaba saludos.
Dijo que el viernes 5 de octubre, mientras esperaba a su novia frente al edificio, vio a una mujer que desde hacía algunas semanas llegaba o salía del edificio con Calva, lo que le hace suponer que se trataba de su pareja. La joven había entrado a comprar agua a la tienda que está al lado de la pizzería.
"Pero no sé si es la misma o no", añadió en referencia a la mujer que fue mutilada en el departamento de Calva.
Refirió que el hombre llegó a vivir ahí hace unos seis o siete meses y parecía como cualquier otra persona.
"No se veía una persona violenta, se veía amable y saludaba", comentó Montoro.
Dijo que dos o tres semanas atrás lo había visto salir con la misma mujer, con quien "era cariñoso" e incluso era común ver que "la traía abrazada".
El caso anterior de presunto canibalismo en México ocurrió en diciembre de 2004 en el estado sureño de Quintana Roo, donde un hombre identificado como Gumaro de Dios Arias reconoció ante las autoridades estatales haber asesinado, cocinado y comido a un compañero y que incluso planeaba devorarlo completamente.
:: vía AP
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